Es Santiago de Cuba....

Cuando llegue la luna llena

iré a Santiago de Cuba,

iré a Santiago,

en un coche de agua negra.

Iré a Santiago.

La ciudad, vuelve a mi, recurrente, como una idea fija, con su alma me hala los pies. Se que la ciudad no me olvida, se que me espera todos los días en la boca de la bahía, protegida por los cañones del Morro, o tal vez este aguardando en la cima del Turquino, con Cuba entera a su sombra entre las nubes de la Sierra.
La ciudad vive y su alma esta en cada calle, en cada parque y en cada teja, balcón o vitral de sus casas coloniales. Como ya dijeron otros, no os asombréis de nada.
Se que aguarda tiempos mejores y se que la fe de sus hijos sigue siendo inmensa en que será así.